martes, 8 de abril de 2008

Wabi Sabi

WABI – SABI

Wabi sabi es la belleza de las cosas imperfectas, impermanentes e incompletas. Es gozo de las cosas humildes y modestas.

Si se le pregunta a algún japonés qué es wabi sabi, seguramente dudará, se disculpará y no dará explicación alguna. Lo siente pero no lo puede poner en palabras.Wabi alude a la vida solitaria en naturaleza, lejos de la sociedad, y sugiere un estado de ánimo sin alegría, ni espíritu ni coraje. Sabi tiene diferentes acepciones: ladeado, inclinado, frío, marchito, seco.

En el siglo XIV la combinación de ambas palabras adquirió un significado positivo; se asocia a la soledad del ermitaño y del asceta que viven en la naturaleza y que de esta forma enriquecen su vida espiritual.

Wabi es una forma de vida; un camino espiritual a lo interior y subjetivo. Es una construcción filosófica que refiere a sucesos en el espacio.

Sabi alude a los objetos materiales, arte y literatura; a lo externo y objetivo. Es un ideal estético que refiere a sucesos en el tiempo. Hoy si un japonés dice wabi, lo asocia a sabi y viceversa.

Wabi sabi puede ser considerado como un sistema estético, como una visión del mundo que se acerca a la naturaleza última de la existencia, al conocimiento sagrado, al bienestar emocional.

El universo del wabi sabi comprende

-Una metafísica: las cosas van o vienen de la nada.

-Valores espirituales: Todas las cosas son imperfectas, todas las cosas son impermanentes. Todas las cosas son incompletas. La verdad proviene de la observación de la naturaleza. De la fealdad se puede obtener belleza. La belleza es algo que ocurre entre uno y otra cosa en una situación, circunstancia o contexto. Lo “grandioso” puede estar en los detalles que se pasan por alto; no siempre está en lo monumental, ni espectacular.

-Un estado de la mente: aceptar lo inevitable (toda forma de existencia tiene el mismo destino). Apreciar el orden cósmico: detrás de todo existe una fuerza benevolente y protectora.

-Preceptos morales: deshacerse de lo innecesario (cuando menos llevamos más livianos viajamos; hay placer cuando nos liberamos de las cosas que nos pesan). Enfocar hacia lo intrínseco, ignorar las jerarquías de los materiales. El barro, el bambú y el papel de arroz poseen más valores intrínsecos de wabi sabi que un diamante, el oro o la plata.

Hay wabi sabi: En el color del té recién servido. En la rajadura de una maceta. En un papel arremolinado por el viento. En la planta que crece de la grieta de un muro abandonado. En las rajaduras del barro. En el óxido de la reja. En la pintura que se descascara. En la mancha de sol que se filtra a la siesta. En la raíz de un árbol que levanta la baldosa de una vereda.

La fuerza oculta de lo simple, aquí y ahora. El Wabi-Sabi es mucho más que un sofisticado ideal de belleza japonés, donde lo rugoso y lo irregular priman sobre lo uniforme. Es toda una filosofía de vida que nos enseña el valor de la sencillez y la espontaneidad. Este Arte nos adentra en un universo lleno de sutiles enseñanzas, en donde la naturaleza nos muestra un nuevo camino hacia la armonía.

Porque sólo cuando comprendamos el valor de lo imperfecto y lo efímero estaremos preparados para disfrutar, momento a momento, del milagro de existir. Entre los temas que se desarrollaran en estas páginas: secretos del Wabi-Sabi para la vida cotidiana; el arte de vivir con sencillez; la belleza de lo efímero en la casa; consejos de decoración para un hogar inspirador; el Wabi-Sabi como luz espiritual.

"El Wabi-Sabi nutre todo lo que es auténtico, ya que reconoce tres verdades simples: nada permanece, nada ha terminado y nada es perfecto."

Algunos críticos japoneses opinan que el wabi-sabi necesita mantener sus cualidades misteriosas y elusivas.

En el reino de la estética, la razón está casi siempre subordinada a la percepción. Actualmente premia la objetividad, que resta romanticismo a algo que era mejor dejar a la imaginación. No obstante, si hay que conservar la capacidad de crear lo estético, habrá que situar algunos puntos de referencia para las generaciones futuras. El wabi-sabi es el rasgo más notable y característico de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa. A grandes rasgos ocupa la misma posición en el panteón japonés de los valores estéticos que los ideales griegos de belleza de occidente.

El termino que más se acerca a wabi-sabi es “rústico” en el sentido de simple, sin artificios, o no sofisticado…(con) superficies rugosas o irregulares. Mientras rústico representa sólo una dimensión limitada de la estética wabi-sabi, resulta ser la impresión inicial que la mayoría de gente tiene cuando ve por primera vez una expresión wabi-sabi. EL wabi-sabi comparte algunas características con lo que comúnmente llamamos arte primitivo, esto es, objetos toscos, simples sin pretensiones y hechos a partir de elementos naturales, pero a diferencia de este, nunca se utiliza figurativa o simbólicamente.

Las palabras japonesas originariamente significan sabi = frío, marchito, flaco mientras que wabi= significa la desdicha de vivir solo en la naturaleza, apartado de la sociedad, sugiere además un estado de ánimo deprimido, abatido y melancólico. A partir del XIV empiezan a tomar valores más positivos.

El aislamiento auto impuesto y la pobreza del ermitaño y asceta legaron a considerarse como oportunidades para la riqueza espiritual. Este tipo de días favorecía la apreciación de los detalles más nimios de la vida cotidiana y la percepción de la belleza en los aspectos desconocidos y olvidados de la naturaleza.

1 comentario:

claudio balducci dijo...

no sabia nada del tema (o si sabia?)el tema es que me encantó el concepto y me he dado cuenta que tengo varias foto grafias wabi sabi.
gracias por compartir
un abrazo
claudio balducci