miércoles, 9 de abril de 2008

Que es Wabi Sabi?

Que Es el Wabi Sabi? 1ra parte

Minimalismo. Natualeza. Simplicidad.
Estetica. Elegancia. Colores Sobrios.
Textura. Vacio. Espacio. Silencio.

Son las palabras conceptos basicos que definen esta Estetica
Se Aplica a el Ambiente, El Entorno, El Jardin, El Arte en general.

El Wabi Sabi es un Arte que Nace Internamente, marca un estado de conciencia donde el Individuo se Conecto con su Esencia, la riqueza del vivir Nace desde adentro y no necesita de estímulos externos fuertes, o modas o estilos de culturas ya vividas.

No tiene reglas fijas como las Modas o Feng Shui, al contrario, rompió arquetipos , se asemeja mas a la armonía del Zen, lo trasciendo es MUY PERSONAL, solo se parece a UNO MISMO.

El Espacio Wabi Sabi es simple, dinámico, imita a lo natural, juega con los claros y obscuros en la iluminación, pocos elementos (minimalismo), colores pasteles, blanco/negro, plateado/dorado, colores tierra, que imitan a la naturaleza, temas de naturaleza, desierto, aridez, no distrae, sino que Ensimisma. No toma grandes extenciones de jardin, sino lo pequeño, lo cercano, lo texturado.


Elementos: maderas, mimbres, troncos secos, hojas secas, ramas secas, piedra, ceramicas rusticas, telas de colores pasteles y tramas gruesas, mucha textura, agua, caña de Bambu.
El elemento vivo esta en la Ikebana o arreglos florales muy personales y maceteros con plantas pequeñas, mucha variedad de verdes y flores pequeñas. La Orquidia forma parte de la decoracion.

Decoracion: sobria, poca, juega con las luces, luces direccionalizadas a espacion pequeños.

Iluminacion : tenue, dirigida, contraste claro obscuro.

Aromas a flores naturales, aromas sugerentes de naturaleza, no son intensos son sutiles.

Motivos: poca simbologia, no aparece lo humano si vegetal, animal y mineral, no hay simbolismo intelectual, se va a la ESCENCIA de lo NATURAL, lo gastado, lo imperfecto, lo usado en su apariencia.



Pintura Wabi Sabi: minimalista, textura, colores tierra, monocromático, líneas simples, cuadros grandes, temas de naturaleza vista en detalles, pocos elementos.

Fotografía Wabi Sabi: Naturaleza, pocos objetos, textura, cerca, espacios libres. No hay símbolo ni interpretación. Luz neutra. Atardeceres, amaneceres, otoños, invierno, contraluz.

Raku (ceramica) colores naturales tierra, imperfectos, decorativo.

Ikebana como objeto decorativo, como esta hecho de flores naturales se marchitan y constantemente cambia, es reemplazado por arreglos florales hechos creativamente donde lo pequeño, las hiervas las flores y piedra o madera o bambu se combinan sobriamente.

Flores exoticas, entre ellas Orquidias, Flor del Pajaro y extrañan, combinadas con hiervas.

Pintura Sumi´e: papel de arroz, pincelada monocromática, gruesa o fina, temas sencillos de naturaleza, flores, hiervas, montaña, neblina, pez.
El Maestro en Sumi e dice “ el ojo no ve al pez esta percibiendo al agua, el ojo no ve la hierva ha de ver el viento que mueve esa hierva”

Jardines: Arena, piedra, sencillez, troncos, salvage pero no exuberante. No hay estatuas pero si monilitos de piedras, impares en su numero. Fuente natural de piedras, algunas algas, algun loto. Caña de Bambu, arboles de hojas perennes, hierbas con flores pequeñas. No hay simentria.


Utencillos del hogar: rusticos, de cerámica que imita a la piedra, madera, manteles de junco.

El arte wabi sabi, en su calidad de portavoz artístico del movimiento zen, se funda en los preceptos de la simplicidad, la humildad, la moderación, la naturalidad, la alegría, la melancolía y el característico elemento de la impermanencia.

Descubrir de nuevo la belleza íntima que se encuentra en los detalles más pequeños del arte presente en la naturaleza. Es una expresión de la belleza que yace en la brevedad de la transición entre el nacimiento y el término de la vida. Constituye tanto la alegría como la melancolía que conlleva la vida humana. Sugiere unas cualidades como la impermanencia, la sencilez del vivir cotidiano, asimetría y la imperfección. Aprovechar al máximo la vida viviendo en armonía con la naturaleza. Estudiando el fluir natural de la vida.

La importancia del espacio o de la nada. El espacio en blanco de una pintura es tan expresivo como el papel que juega en la música el silencio, entre notas. Usando la brevedad para exaltar la intensidad de la expresión. Destacar los sutiles matices de un objeto simbolizando el mundo. Si un objeto o una expresión nos produce una sensación de melancolía y un anhelo espiritual puede decirse entonces que se trata de un objeto wabi sabi.

Crear unos objetos y un ambiente con el fin de elevar el estado mental de quienes los contemplarán.La arquitectura y los ideales estéticos que el estilo japonés integró a su cultura proceden de los monasterios zen.

Empezó la ceremonia del té, el ikebana, raku, etc.El ikebana, deja que la simplicidad de las flores, en armonía con las características visuales del florero, refleje la belleza y la evanescencia de la vida.

El arte zen, ha constituido el norte para la filosofía y el pensamiento japonés, fundamento moral y estético, se ha ido arraigando en la sensibilidad. Los primeros frutos de las semillas del budismo se cosecharon en Japón en 538. El zen, tiene la peculiar práctica budista consistente en abandonar las ideas aprendidas.

Todas las ideas aprendidas del mundo para verlo tal como es, con una mente libre de apegos o de enjuiciamiento. Los humanos somos esclavos de las palabras y de los razonamientos a que estas dan lugar.

Los cuatro principios del wabi sabi:

1. Todo cuanto hay en el universo está en constante movimiento, surgiendo de la nada y regresando a ella.

2. El arte wabi sabi, es capaz de encarnar o sugerir el esencial y evidente hecho de la impermanencia.

3. Las expresiones wabi sabi pueden desencadenar en el espectador una serena contemplación de la fugacidad de todo cuanto existe.

4. Al apreciar esta fugacidad de la vida se contempla desde una nueva perspectiva más holística.La ceremonia del té, el arte de la vida.

El arte y filosofía wabi sabi consolidó sus cimientos en China en el siglo XII, cuando los monjes zen se reunían ante la imagen de bodhidarma y tomaban el té como parte de la ceremonia. La intensa concentración que requería la ceremonia del té era tanto una disciplina como una purificación, ya que al concentrarse la mente en el microcosmos de la sala del té, las otras preocupaciones de la vida desaparecían .

Al entrar en la pequeña sala de té, se despojaban de sus roles, responsabilidades, de las dificultades de los combates, para permanecer en un lugar de armonía y paz donde el mundo podía volver a cobrar sentido de nuevo.

La influencia del zen fue la que promovió las ideas de colores apagados, piezas de cerámica sencillas. Era un refugio temporal del alma.La experiencia de la ceremonia del té, se basa en parte del placer estético que producen los elementos wabi sabi del diseño.

Todo un ritual según la estación del año, fecha especial como la floración de los cerezos. Se preparan mentalmente para desprenderse de sí mismos y de sus insignificantes para volverse uno con la comunicación del té. Hay un arreglo sencillo y austero en que las flores reflejan los sentimientos del kakejiku.

Cada movimiento del maestro es pura poesía. Ya que su concentración hace que cada acción sea fluida y precisa.

Los años de práctica contribuyen a que los movimientos tantas veces repetidos, pertenezcan al reino del arte en su forma más pura. Arte sin pensamiento, perfecta claridad de la mente y con los impecables movimientos del mismo.

Los participantes se vuelven uno, con la mente y el espíritu del maestro. He aquí el cielo y el silencio mental que buscamos en la tierra.Los objetos y materiales deberían ser escasos para fomentar la interioridad y contemplar la fugacidad de la vida. Sentir un toque de mortalidad, el fluir de la vida hacia la muerte y la serena desolación que uno experimenta al tomar conciencia de ello.

El wabi sabi, no constituye sólo la acción de la naturaleza ni tampoco la acción del hombre sino que es una simbiosis de los dos.Cultura, el wabi sabi describe emociones, ideologías que han ido viajando a lo largo de un milenio de cambios culturales y al hacerlo han reunido un inmenso bagaje cultural.

A los japoneses les encanta la ambigüedad, dejando así más espacio para la interpretación personal.El budismo zen siempre ha recelado de los riesgos del lenguaje y lo ha considerado como el mayor obstáculo para un verdadera comprensión.

“Los que no saben hablan, los que saben no hablan”.

Wabi; describe sentimientos de soledad, desolación y desdicha. Para expresar una vida que se ha liberado del mundo material. Encontrar la paz y la armonía en una vida de lo más sencilla.

Sabi: transmitir sensación de desolación, la impermanencia, mutabilidad, la idea de que no hay nada que permanezca inmutable y de que todos los seres vivos están destinados a morir. Con esta fuerza también surge una sensación de inconsolable desolación.

La melancolía, sugiere que consiste en el deseo de recuperar el mundo presente, no definido por el lenguaje o los valores que constituye una pura experiencia de la realidad.

Wabi sabi, al unirse, transmiten la interacción que existe entre la juventud y la vejez, la belleza y la fealdad, vida y la muerte.

Describir las características físicas de los objetos de formas sobrias y sencillas que transmiten una sensación de impermanencia.El arte wabi sabi, basta para que la conciencia del espectador se eleve hacia unas nuevas alturas y para ayudarle a encontrar un sereno equilibrio entre su pasión por vivir y el ineludible vacío que le espera.

El clima, cambios de estaciones abocan su interés y energía. Imponente belleza y la floración de los cerezos, importante en el calendario japonés. Celebran grandes fiestas bajo esos árboles, disfrutan al máximo de la fugaz belleza de las flores del cerezo. Gozan de ellas sabiendo que la naturaleza puede marchitarse, en un instante la hermosura de las flores, a merced del viento o de la lluvia.Celebrar la fugacidad de nuestra vida. Se suele usar el paso de las estaciones, para ilustrar las etapas de la vida.Del mismo modo, al servir la comida en los platos se decoran con frecuencia con una hoja o flor de la temporada para recordar que todo tiene su propia estación y que hay que saber apreciarla.

Cambio y paso de las estaciones es un tema recurrente en wabi sabi.En la sociedad japonesa las muestras de humildad hacia los demás y ante los poderes que guían nuestra vida.Su función consiste en hacer todo lo posible por intentar sacar la luz, la belleza interior. Al acabar el trabajo el artista no esperará ser objeto de halagos ni agradecimientos, ya que siente la satisfacción personal de haber intentado hacer su trabajo lo mejor posible.Esta modestia es el alma del wabi sabi, salva las obras de los artistas de esas teñidas pretensiones o ambiciones de los mismos. El arte wabi sabi, ha de poseer ese esencial elemento de humildad si desea conservar la pureza de su espíritu.

El wabi sabi, ha influido en la jardinería, poesía, cerámica, ikebana, etc. Si deseas aprender sobre los pinos, únete a los pinos. Si deseas aprender sobre los bambúes, únete a los bambúes. Cuando te hayas vuelto uno con ellos, tu poesía saldrá por sí sola.

Cerámica, la mayoría de las técnicas iniciales se adoptaron de China; los japoneses tomaron la idea y luego, a través del estudio y esfuerzo, la fueron mejorando. La cerámica japonesa, posee una inmensa variedad de colores y de formas. Esta desprovista de asas. La simplicidad y la modestia están reflejadas en el raku.La idea de que los objetos inanimados tienen “kami” un espíritu o dios.

Una roca o árbol especial, suelen decorarse con un cordón blanco para que la gente se fije en ese particular kami.Existen tanto en el cielo como en la tierra, no solo bajo la forma de las deidades, sino también en los fenómenos naturales y en los objetos del mundo.

Para los japoneses existe un constante fluir de espíritus y cada persona es una parte de esa gran unidad.La disposición floral japonesa o ikebana, significa flores vivas o vía japonesa de las flores.

Procede del siglo VII y surgió cuando se introdujo en Japón la costumbre China de ofrecer flores al Buda. Pero aún tenían que transcurrir 800 años para la primera forma sistematizada de disposición floral, conocida como Rikka, el estilo rikku, flor erguida.

Era más sofisticado que las ofrendas budistas y más formal en sus normas. Se componía de 7 ramas que simbolizaban la cumbre, colina, cascada, cuidad, valle, ladera soleada, ladera umbrosa. Giraba en torno a la visión cósmica budista.Sen-no Rikyu, fue el iniciador del nageire, movimiento, meterse de lleno.

El chabana, flores de té, para la ceremonia del té, elegía las flores más sencillas. En lugar de utilizar las flores más impresionantes, insistía en usar las florecillas silvestres de los prados. Se usaba el jarrón de bambú onjoji.

La belleza reside en la contemplación de la vida de tan sólo una flor. Comprender que la flor y uno no son después de todo dos cosas que existen separadas.El ikebanista muestra un profundo respeto y humildad hacia la vida.

Deja que la expresión surja de la naturaleza en vez de constituir una creación humana. La mínima expresión que se utiliza en chabana refuerza de nuevo la idea de que menos equivale en realidad a más y en cierto modo la creación de un artista se encuentra más en lo que se evita incluir que en lo que realmente incluye.

Definiendo la estética, el arte forma una parte esencial de la vida, ya que constituye un medio para expresarnos y mostrar que pensamos de nuestro entorno. Es una forma de compartir las ideas y las emociones. Comunicar las verdades profundas, transmitir el conocimiento espiritual, compartir sus percepciones interiores con lo demás.Cualquier cosa que hagamos, cualquier gesto y cualquier movimiento es en realidad, arte.

Concentrando la mente y el espíritu en una sola actividad a través de esta constante disciplina mental uno logra liberarse del dominio del ego y volverse uno con la actividad.

Llevar la mente al momento presente. Las actividades cotidianas adquieren un profundo significado. Las tareas más prosaicas se transforman en arte. Esta concentración ayuda a subyagar al ego para que la mente y el cuerpo puedan trabajar de una forma libre, natural y desinhibida.Somos un conducto de las fuerzas que nos guían.

Los invisibles poderes que guían la vida de los seres humanos solo aceptando esta realidad conseguirán ser un conducto. El artista no es en realidad la fuerza creadora, el artista prescinde del esfuerzo personal y de la actividad mental para abandonarse a los dictados de las fuerzas invisibles que guían nuestra vida.

Arte expresa emociones, comunica ideas o entretiene.Pretende elevar la conciencia espiritual y mejorar el ambiente en el que vivimos. Debería intentar iluminar el camino que lleva a vivir de una forma más equilibrada en el mundo moderno.

La belleza wabi sabi, debido a su profundo arte y pureza, siempre hará vibrar el espíritu de los seres humanos. Reafirmando nuestra insignificancia en un mundo que está cambiando constantemente.Los principios del diseño wabi sabi, como puede ser entonces que alguien se conmueva al contemplar una sola flor colocada en un viejo florero de bambú. Un reflejo de la existencia y nuestro destino como seres humanos.

Despierta algo en nuestro interior que sabe que nosotros también formamos parte del nacimiento y de la desaparición de la vida.El estado de ánimo que despiertan los objetos wabi sabi, han de sentir, cuando entran en contacto con las expresiones de los mismos, una sensación profunda e indefinible.

Un anhelo de algo inexplicable y al mismo tiempo una sensación de paz infundida por la constatación de nuestra propia impermanencia.Material orgánico, es importante que alguna parte de la pieza de arte wabi sabi, se componga de un material orgánico.

La decadencia física o el desgaste natural de los materiales usados no quita al objeto el menor atractivo visual sino que se le añade. Acepta y procura usar esta transformación como usan parte esencial del conjunto.

El artista debe evitar proyectar cualquier idea personal, la pieza pueda estar libre de cualquier pretensión o debilidad del ego.· Forma asimétrica o irregular.·

La forma surge de las propiedades físicas de los materiales utilizados.· Naturalidad en lugar de artificiosidad.· La pieza evoluciona de una forma natural y espontánea.·

No ha de contener ningún simbolismoTextura, utilizar texturas de materiales orgánicos, con superficie rugosa e incluso desigual. Como en el mundo que percibimos no hay nada que sea perfecto.

La idea de la perfección es un concepto inalcanzable que sólo puede llegar a rozar, pero no alcanzar por completo. Algo que no intenta ser perfecto sino que se entrega a las leyes universales resulta más agradable para la vista.Los objetos a través de los cambios de textura rugosa y de los propios años pueden volverse más expresivos y más atractivos si cabe. Sugerir la evolución y la degradación.· Rugoso y desigual.· Multicolor y arbitrario.·

Texturas formadas por procesos naturales esporádicos.La belleza y la fealdad, descubrir la belleza que reside en la fealdad. La respuesta emocional será la que provoque en última instancia la disposición de la audiencia.Las emociones que despierta wabi sabi, serán reacciones al sonido que resuena en lo más profundo de nuestra alma.

El sonido de la libertad que gozamos en nuestra primera infancia y la llamada de la eternidad que nos rodea.· No comparte las ideas convencionales de belleza.·

Un placer estético.· Belleza en los detalles más pequeños e imperceptibles.

El color, usar materiales y tintes naturales, colores suaves y pálidos. Subyagan la mente. Infunden tranquilidad y serenidad.· Ni colores chillones ni fuertes.· Colores suaves.· Colores y tintes naturales.· Colores difuminados y oscuros.· Colores mate carentes de uniformidad.Espacio y simplicidad, requiere disciplina y eliminar cualquier exceso para que la expresión artística goce del suficiente espacio.

El uso del espacio no se limita sólo al espacio donde se coloca el objeto, sino que incluye el que hay en el interior del mismo.La presencia de una cantidad adecuada de espacio no sólo aporta la nada, sino muchas cosa más.·

Sólo se incluye lo necesario.· Grandes áreas de nada en interiores.· Mucho espacio alrededor de las piezas destacadas.·

Las piezas se destacan con la mayor sutileza.La sobriedad, pureza y honestidad, el diseño transmite una sensación de sinceridad.

Es fundamental realizar cualquier tarea con un espíritu de dedicación y humildad, ya que sólo a través de ese esfuerzo se impregnaría de espiritualidad la obra.

El esfuerzo y la actitud del jardinero serían, más que cualquier idea aprendida, los que decidirían el aspecto que tendría el jardín.Se dice que la calidad de cualquier pieza está ya determinada antes de hacerla puesto que reside en el interior de cada uno y la obra creada tiene la misma calidad que la del espíritu que animaba al artista mientras lo hacia.

Expresión artística es un calco de la conciencia del artista.· La realidad de la impermanencia.· Trabajo con humildad, sinceridad.· Motivación clara.·

Funcionalidad mínima.· Piezas han de ser íntimas y únicas.Materiales, se pueden elegir de arcilla o barro, bambú, hierro, madera, etc. La idea es usar materiales de colores suaves, atractivos para la vista y con una tendencia a cambiar con el paso del tiempo.

Requieren un elemento orgánico ya que sin él no transmiten la sensación del paso del tiempo ni de la impermanencia. Imitar las combinaciones de colores suaves y texturas que aparecen en la naturaleza.Madera, la que se encuentra en su etapa más dinámica de degeneración suele ser la madera con mayor potencial. No se intentan ocultar sus imperfecciones.

Metal, los metales que contiene hierro son muy vulnerables a la corrosión y a los cambios de color. La belleza de la impermancencia del metal se realza y se valora.

Lentos y naturales cambios de color que van produciéndose con el paso de los años, y este no puede acelerarse.

Piedras, las formas que la naturaleza les ha ido imprimiendo a lo largo de años. Convierte a las rocas y piedras en uno de los elementos físicos más antiguos del mundo.Cuando nuestra propia impermanencia destaca la absoluta irrelevancia de las ganancias materiales y cuando somos capaces de contemplar nuestra vida con una sensación de humildad y serenidad.

Estamos preparados para captar la belleza que yace en las sutilezas.

Empezamos a disfrutar, esta actitud acaba extendiéndose a todos los aspectos de la vida. A las relaciones con los demás, al trabajo que decidimos hacer, y al entorno que elegimos para vivir.El principio de wu-wei o de no forzar las cosas.

El wabi sabi adopta la sutil actitud de gozar de la belleza de las cosas sabiendo que todas son evanescentes. Los bienes materiales y los apegos mundanos no nos darán la paz que buscamos.

La transición hacia un estilo de vida más sencillo, lleno como dificultades, es un camino sólo para los que han decidido recorrerlo hasta el final, sabiendo que aunque no tenga fin, es un camino con corazón.

martes, 8 de abril de 2008

Wabi Sabi

WABI – SABI

Wabi sabi es la belleza de las cosas imperfectas, impermanentes e incompletas. Es gozo de las cosas humildes y modestas.

Si se le pregunta a algún japonés qué es wabi sabi, seguramente dudará, se disculpará y no dará explicación alguna. Lo siente pero no lo puede poner en palabras.Wabi alude a la vida solitaria en naturaleza, lejos de la sociedad, y sugiere un estado de ánimo sin alegría, ni espíritu ni coraje. Sabi tiene diferentes acepciones: ladeado, inclinado, frío, marchito, seco.

En el siglo XIV la combinación de ambas palabras adquirió un significado positivo; se asocia a la soledad del ermitaño y del asceta que viven en la naturaleza y que de esta forma enriquecen su vida espiritual.

Wabi es una forma de vida; un camino espiritual a lo interior y subjetivo. Es una construcción filosófica que refiere a sucesos en el espacio.

Sabi alude a los objetos materiales, arte y literatura; a lo externo y objetivo. Es un ideal estético que refiere a sucesos en el tiempo. Hoy si un japonés dice wabi, lo asocia a sabi y viceversa.

Wabi sabi puede ser considerado como un sistema estético, como una visión del mundo que se acerca a la naturaleza última de la existencia, al conocimiento sagrado, al bienestar emocional.

El universo del wabi sabi comprende

-Una metafísica: las cosas van o vienen de la nada.

-Valores espirituales: Todas las cosas son imperfectas, todas las cosas son impermanentes. Todas las cosas son incompletas. La verdad proviene de la observación de la naturaleza. De la fealdad se puede obtener belleza. La belleza es algo que ocurre entre uno y otra cosa en una situación, circunstancia o contexto. Lo “grandioso” puede estar en los detalles que se pasan por alto; no siempre está en lo monumental, ni espectacular.

-Un estado de la mente: aceptar lo inevitable (toda forma de existencia tiene el mismo destino). Apreciar el orden cósmico: detrás de todo existe una fuerza benevolente y protectora.

-Preceptos morales: deshacerse de lo innecesario (cuando menos llevamos más livianos viajamos; hay placer cuando nos liberamos de las cosas que nos pesan). Enfocar hacia lo intrínseco, ignorar las jerarquías de los materiales. El barro, el bambú y el papel de arroz poseen más valores intrínsecos de wabi sabi que un diamante, el oro o la plata.

Hay wabi sabi: En el color del té recién servido. En la rajadura de una maceta. En un papel arremolinado por el viento. En la planta que crece de la grieta de un muro abandonado. En las rajaduras del barro. En el óxido de la reja. En la pintura que se descascara. En la mancha de sol que se filtra a la siesta. En la raíz de un árbol que levanta la baldosa de una vereda.

La fuerza oculta de lo simple, aquí y ahora. El Wabi-Sabi es mucho más que un sofisticado ideal de belleza japonés, donde lo rugoso y lo irregular priman sobre lo uniforme. Es toda una filosofía de vida que nos enseña el valor de la sencillez y la espontaneidad. Este Arte nos adentra en un universo lleno de sutiles enseñanzas, en donde la naturaleza nos muestra un nuevo camino hacia la armonía.

Porque sólo cuando comprendamos el valor de lo imperfecto y lo efímero estaremos preparados para disfrutar, momento a momento, del milagro de existir. Entre los temas que se desarrollaran en estas páginas: secretos del Wabi-Sabi para la vida cotidiana; el arte de vivir con sencillez; la belleza de lo efímero en la casa; consejos de decoración para un hogar inspirador; el Wabi-Sabi como luz espiritual.

"El Wabi-Sabi nutre todo lo que es auténtico, ya que reconoce tres verdades simples: nada permanece, nada ha terminado y nada es perfecto."

Algunos críticos japoneses opinan que el wabi-sabi necesita mantener sus cualidades misteriosas y elusivas.

En el reino de la estética, la razón está casi siempre subordinada a la percepción. Actualmente premia la objetividad, que resta romanticismo a algo que era mejor dejar a la imaginación. No obstante, si hay que conservar la capacidad de crear lo estético, habrá que situar algunos puntos de referencia para las generaciones futuras. El wabi-sabi es el rasgo más notable y característico de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa. A grandes rasgos ocupa la misma posición en el panteón japonés de los valores estéticos que los ideales griegos de belleza de occidente.

El termino que más se acerca a wabi-sabi es “rústico” en el sentido de simple, sin artificios, o no sofisticado…(con) superficies rugosas o irregulares. Mientras rústico representa sólo una dimensión limitada de la estética wabi-sabi, resulta ser la impresión inicial que la mayoría de gente tiene cuando ve por primera vez una expresión wabi-sabi. EL wabi-sabi comparte algunas características con lo que comúnmente llamamos arte primitivo, esto es, objetos toscos, simples sin pretensiones y hechos a partir de elementos naturales, pero a diferencia de este, nunca se utiliza figurativa o simbólicamente.

Las palabras japonesas originariamente significan sabi = frío, marchito, flaco mientras que wabi= significa la desdicha de vivir solo en la naturaleza, apartado de la sociedad, sugiere además un estado de ánimo deprimido, abatido y melancólico. A partir del XIV empiezan a tomar valores más positivos.

El aislamiento auto impuesto y la pobreza del ermitaño y asceta legaron a considerarse como oportunidades para la riqueza espiritual. Este tipo de días favorecía la apreciación de los detalles más nimios de la vida cotidiana y la percepción de la belleza en los aspectos desconocidos y olvidados de la naturaleza.